Por: Ivonne Acuña Murillo
Por primera vez -por decisión de la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas y con la colaboración de la ONG internacional Plan España, junto con aliados de los Estados y la sociedad civil, así como de la Asociación Mundial de Guias y Guías Scouts con European Parlamentary Forum-, se celebra este 11 de octubre el "Día de la niña", con la intención de visibilizar las terribles condiciones que viven millones de niñas en el mundo, por el sólo hecho de serlo, a lo cual se suman una serie de grados de vulnerabilidad como ser pobre, analfabeta, pertenecer a una "minoría" étnica, religiosa, cultural, etc., y con el objetivo primero de reducir los matrimonios a temprana edad, al que son empujadas las niñas por cuestiones estructurales como la baja escolaridad, violación a sus derechos a elegir, cuestiones de orden cultural en el cual ellas son consideradas como propiedad de la familia y son usadas como mercancía o incluidas en convenios sociales donde su voluntad vale menos que nada.
Es en este contexto que a partir de esta iniciativa se asume que "Evitar uniones en la infancia protegerá los derechos de las niñas y ayudará a reducir los riesgos de violencia, de los embarazos precoces, las infecciones por VIH y las muertes y discapacidades derivadas de la maternidad, incluyendo la fístula obstétrica*. Cuando las niñas pueden permanecer en la escuela sin desposarse, pueden sentar las bases para una vida mejor y también para sus familias, así como participar en el progreso de sus naciones [...] Las niñas con bajos niveles de escolaridad tienen más probabilidades de casarse a una edad temprana y se ha demostrado que este hecho significa prácticamente el fin de su educación. Por el contrario, las niñas que han recibido una educación secundaria tienen hasta seis veces menos probabilidades de ser esposadas en la infancia, lo que hace de la educación una de las mejores estrategias para protegerlas y combatir este problema." (ONU, http://goo.gl/rfdzc).
Entre los datos que permiten constatar la urgencia que supone la condición de millones de niñas en el mundo, se encuentran:
- Las niñas se encuentran entre los más pobres del mundo. Cerca de 900 millones de niñas y mujeres viven con menos de un dólar al día en el mundo, y unas, 500 millones de niñas y mujeres jóvenes ven desaprovechado su potencial.
- Según la agencia EFE, cada tres segundos una niña es obligada a casarse, 75 millones no van al colegio y el 64 por ciento de los casos de VIH-Sida en el mundo se da en jóvenes de entre 15 y 24 años. (http://goo.gl/qRYd1).
- Existen 70 millones de mujeres que fueron obligadas a contraer matrimonio antes de los 18 años de edad .
- Los matrimonios niegan a las menores el derecho a la niñez, interrumpen su educación, limitan sus oportunidades, aumentan su riesgo de ser víctimas de violencia y abuso, ponen en riesgo su salud y aún su vida por embarazos tempranos y no deseados, todo esto constituye un obstáculo para su desarrollo, indicó la Organización de las Naciones Unidas (ONU). (http://goo.gl/qRYd1).
- En los países en desarrollo, 90 por ciento de los hijos son paridos por adolescentes entre 15 y 19 años de edad, y complicaciones relacionadas con el parto son la causa principal de muerte en menores de este grupo de edad.
Para lograr el objetivo de reducir los matrimonios infantiles, los gobiernos firmantes en colaboración con la sociedad civil y la comunidad internacional, se comprometen a tomar medidas urgentes para acabar con esta práctica dañina. Entre ellas:
- Aumentar por ley la edad mínima de matrimonio a los 18 años y concienciar a la opinión pública sobre el matrimonio en la infancia como una violación de los derechos humanos de las niñas.
- Mejorar el acceso a una educación primaria y secundaria de buena calidad, asegurando que se eliminen las brechas de género en la educación.
- Movilizar a las niñas, niños, padres, líderes y activistas para cambiar las normas sociales nocivas, promover los derechos de las niñas y crear oportunidades para ellas
- Apoyar a las niñas que ya están casadas, proporcionándoles educación, servicios de salud sexual y reproductiva, destrezas, oportunidades, medios de vida y la posibilidad de recurrir a la justicia en los casos de violencia en el hogar.
- Abordar las causas subyacentes del matrimonio en la infancia, incluida la discriminación de género, el valor reducido que se otorga a las niñas, la pobreza, o las justificaciones religiosas y culturales.
* La fístula obstétrica es una lesión causada principalmente por un trabajo de parto prolongado y obstruido, en ausencia de oportuna intervención médica, normalmente una operación cesárea. Durante un trabajo de parto prolongado sin asistencia, la continua presión de la cabeza del niño sobre el hueso pélvico de la madre lacera los tejidos blandos y crea un orificio — o fístula — entre la vagina y la vejiga y/o el recto. Esa presión interrumpe la alimentación sanguínea de los tejidos y causa su necrosis. Posteriormente, los tejidos muertos se desprenden y destruyen así parte de la pared de la vagina, lo cual resulta en una constante descarga de orina y/o materia fecal a través de la vagina.
El Fondo de Población de las Naciones Unidas (FNUAP) lo describe como el problema más devastador de toda la discapacidad relacionada con el embarazo y calcula que afecta aproximadamente a entre 50.000 y 100.000 mujeres cada año en todo el mundo. Es especialmente común en el África subsahariana, donde la población tiene dificultad en obtener atención sanitaria de calidad. La Organización mundial de la salud (OMS) estima que por lo menos 8.000 mujeres etíopes tienen nuevas fístulas cada año. "Es algo que sucede cuando la mujer (generalmente joven y pobre) tiene un parto obstruido y, debido a la falta de atención obstétrica de emergencia y de personal capacitado durante el parto, no recibe una cesárea cuando lo necesita. Dicha obstrucción puede deberse a que la pelvis de la mujer sea demasiado pequeña, o a que el bebé no esté en la posición debida, o que tenga la cabeza demasiado grande. Las causas subyacentes del problema son embarazos a edades demasiado jóvenes, la pobreza, la malnutrición y la falta de educación". (http://goo.gl/snUQn)
El testimonio de una niña de 13 años es desgarrador:
"Wobete Falaga, que pertenece a una aldea de la provincia de Gojam, al norte de la región de Amhara, en Etiopía, tenía tan sólo 13 años cuando quedó embarazada. Se había casado a los 11 años, poco antes de su primera menstruación, y su cuerpo pequeño y poco desarrollado no estaba listo para las exigencias del parto. El niño nació después de cinco días agotadores de parto en su hogar, pero estaba muerto.
Como resultado del arduo y prolongado parto, Wobete sufrió desgarros que la dejaron dañada. Tenía un orificio, o fístula entre la vejiga de la orina y la vagina, y otro entre la vagina y el recto, por lo que no podía controlar sus funciones excretoras normales y las heces y la orina le resbalaban continuamente por las piernas. Su marido la rechazó sin contemplaciones y la envió de vuelta a la casa de su familia.
La madre de Wobete la llevó a la clínica de salud del gobierno, en la ciudad principal de la provincia, Bahir Dar, pero las enfermeras le dijeron que no podían tratar a la niña y le aconsejaron llevarla a Addis Ababa, la capital del país, lo más rápidamente posible, porque si seguía sin tratamiento podía morirse de infección y deficiencia renal. La familia vendió una vaca para pagar el viaje de tres días y llegó con Wobete a las puertas del Hospital de Fístulas de Addis Ababa sin un céntimo". Esto ocurrió en el año 2004. (http://goo.gl/snUQn).